Patricia Bullrich se alista para un papel clave en el Senado

Tras el triunfo del último domingo, el oficialismo ha logrado triplicar su cantidad de senadores. Con este recambio legislativo, La Libertad Avanza se acercará al tercio propio, lo que le proporcionará una mayor capacidad para conseguir los votos necesarios y avanzar con las reformas que impulsa Javier Milei. Este es un contexto donde Patricia Bullrich, ahora en el Senado, se prepara para usar el recinto como plataforma hacia las elecciones de 2027. La ministra de Seguridad tiene la intención de pelear por la jefatura de Gobierno y desplazar al PRO de su bastión.

El 10 de diciembre, La Libertad Avanza tendrá un panorama más favorable en el Senado, pasando de 6 a 18 senadores propios, a lo que se suman seis bancas del PRO. Esto significa que el bloque libertario estará al borde del tercio en la Cámara, un número crucial para frenar juicios políticos y proteger cualquier veto presidencial.

Durante la primera etapa del mandato de Milei, no hubo libertarios que sobresalieran. La mayoría mantuvo un perfil bajo, en gran parte por su falta de experiencia legislativa. La bancada liderada por Ezequiel Atauche se enfrentó a muchos obstáculos y fue testigo de una serie de derrotas ante la oposición y los aliados del Gobierno, que se tradujeron en leyes aprobadas como la del Garrahan o la del Financiamiento Universitario. Así, los libertarios se vieron casi a la deriva.

Algunos miembros del bloque expresaron su frustración, señalando que en muchas sesiones, desde la Casa Rosada los dejaron en una situación complicada. A su vez, Victoria Villarruel, que está en desacuerdo con el Gobierno de Milei, se encontró excluida de las conversaciones. Sin recursos ni estrategia, la vice no pudo ofrecer resistencia ante las embestidas opositoras.

Esto llevó al oficialismo a ser guiado por el poder de Unión por la Patria, que hasta el 10 de diciembre contará con 34 senadores propios.

Sin embargo, el 10 de diciembre también significará una nueva oportunidad para Patricia Bullrich, quien llegó a este puesto tras un contundente triunfo en las elecciones de octubre. A diferencia de sus compañeros libertarios, ella tiene experiencia y un peso político importante.

Senado: una vidriera para Bullrich

Para la ministra de Seguridad, el Senado será el espacio ideal para lucirse de cara a los comicios de 2027. Bullrich aspira a ser la candidata de La Libertad Avanza en la lucha por la jefatura de Gobierno porteño, actualmente en manos de Jorge Macri.

Recientemente, surgieron dudas sobre si ocupará la presidencia provisional del Senado, ya que su entorno considera que no es el rol adecuado para destacarse. “Estar en la sucesión presidencial es como un chupete de madera”, comentaron quienes la conocen. Ellos creen que, al ser un rol institucional, podría acabar “acartonada”.

Por eso, se están planteando otro espacio para ella, como la presidencia del bloque de La Libertad Avanza. “Necesita liderar desde abajo para reconstruir una mayoría de 39”, aseguran sus allegados.

Este número hace referencia a la mayoría que logró Villarruel al inicio del gobierno libertario, que fue clave para organizar las comisiones y conseguir leyes importantes, como la Ley Bases y el Paquete Fiscal. Sin embargo, los enfrentamientos de Milei con los gobernadores llevaron a un aislamiento de los libertarios en el Senado.

Bullrich también cuenta con la ventaja de tener una buena relación con el jefe de bloque del PRO, Martín Goerling. Esta cercanía podría facilitar su trabajo en equipo, a pesar de los intentos de Mauricio Macri por mantener la identidad del PRO.

Además, a diferencia de Villarruel, Bullrich tiene acceso directo al Presidente, lo que resulta clave para negociar con otros bloques. Esto podría darle una mayor posibilidad de acción y de lucirse en la campaña del ’27.

Villarruel y Bullrich cara a cara

El Senado, entonces, tendrá a dos mujeres fuertes en el centro de la escena: Villarruel y Bullrich. La gran incógnita será cómo se desarrollará su relación. Mientras Bullrich tiene el respaldo de Milei, Villarruel ha quedado algo relegada, lo que se evidenció cuando la fórmula presidencial dejó de seguirla en Instagram.

“Depende más de Villarruel”, aseguran desde el entorno de la ministra. “Patricia es dura con los duros y blanda con los blandos”, la describen aquellos que la conocen. Se espera que comience con el pie derecho, habiendo muchos intermediarios entre ellas.

En el entorno de Bullrich, confían en que Villarruel tomará un rol más pasivo después de los resultados del último domingo y que cumplirá su función institucional.

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